Capítulo 31.
Jimin, salía preocupado por el estado de Jaesung y corrió buscando a Jin, pero no lo vio, así que fue a la puerta principal llamándolo, entró en pánico y escuchó el celular del omega sonar con el nombre de Jungkook reluciendo en la pantalla.
—¿Bueno? Jungkook... —suspira intentando no ponerse a llorar.
—Jimin, ¿qué sucede?, ¿estás bien? —la voz del alfa se escuchaba con preocupación.
—Alfa, Jin salió por Yongsun y se olvidó de nosotros. Jaesung no ha parado de llorar y no sé qué sucede —Jimin intenta hablar con calma.
—¿Yongsun? ¿Qué sucede con mi hermana?
—Papi... —gritaba en llanto el pequeño llamando a su padre muy desesperado.
Jimin meció a su bebé —Llamaron a Jin del hospital, informaron que Yongsun tuvo un accidente y él fue por el carro, pero ya no está.
—No, amor, diablos... Yongsun salió hace unos momentos porque sintió que algo sucedía con Jin, ella está bien, ¿entiendes?
—Jungkook, ¿qué está pasando? —el omega sintió una corriente con un fuerte escalofrío.
—Calma cariño, iré a casa.
La línea empezó a fallar, el omega solo escuchaba a Jungkook maldecir y a Yoongi gritando en el fondo.
—¿Bomba? —Jimin escucha a Jungkook preguntar hablando con los oficiales.
No comprendía nada, escuchó bien una explosión en la casa de Yoongi, alguien lo gritó claramente.
—¿Jungkook? —Jimin deseó llorar, pensaba en Hoseok—. Contesta por favor. ¿Alfa? —habla desesperado.
—Jimin no te muevas, ve y cierra la casa, entra a la habitación y no abras hasta que yo llegue —mandó con un gruñido formándose en su pecho.
De inmediato Jimin corrió adentro cerrando la puerta con llave, el miedo y el temor lo estaban afectando, Jaesung no dejaba de llorar, ¿qué sucedió con Jin? Y ahora Hoseok... lloró desesperado con su pequeño en manos.
Corrió a su habitación para ir donde estaba el olor de Jungkook, su alfa. Necesitaba el olor de su alfa para estar tranquilo.
Jimin intentaba mantener la calma —No puede estar pasando esto —Jaesung ahora se encontraba nervioso, llorando, pero sin gritar, solo veía atento a la puerta.
—No mami —repetía.
—Ya bebé, tranquilo cariño, Jungkook vendrá por nosotros, verás que Jin está bien y que a Hoseok no le pasó nada —intentó convencerse repitiendo esas palabras—. Ellos están bien.
Jungkook llamó nuevamente, rápidamente Jimin responde con la mano temblorosa, de fondo se escuchaban las sirenas y alfas gritando —Amor escucha, no abras por nada del mundo, ya voy de camino, ¿entiendes omega? —el tono de voz que estaba usando era extraño.
Jimin se sentó en suelo escondiéndose a un lado de la cama, sus sentidos se alertaron al escuchar unos ruidos afuera.
—Alfa, hay muchos ruidos afuera —dijo en susurros, tenía lágrimas y Jaesung estaba nervioso, no dejaba de ver hacia la puerta.
Jungkook se sentía acalorado y cuando escuchó a Jimin entendió el porqué de su actitud, su celo estaba llegado.
Jaesung seguía balbuceando llamando a Jungkook, el alfa conducía a toda velocidad por las calles, debía llegar a casa a proteger a su familia.
Jaesung empezaba a sollozar en sus brazos —Shhh bebé, debe ser papi —intentó calmarle con las palabras del alfa: "ahora voy saliendo".
—Esperemos a que venga por nosotros —le sonrió con labios temblorosos, sintió miedo nuevamente.
—Tranquilo amor —Jungkook habla del otro lado de la línea. Jimin escuchaba el derrape y la sirena del auto.
—Tengo miedo alfa —un ruido extraño se escuchó, Jimin volteó abruptamente viendo de donde venía el sonido—. ¿Alfa? ¿Kook? —Jimin llama desesperado.
La conexión se cortó...
Del otro lado, Jungkook seguía hablando al no recibir respuesta, gritó maldiciendo.
Debía ir con ellos, estaba preocupado por muchas cosas. Yoongi salió con algunas patrullas a su casa, no sabía nada aún, había llamado a Yongsun muchas veces y la alfa no le respondió, Jin estaba desaparecido y ahora Jimin solo en casa.
✧✦✧
En algún lugar se encontraba Dongwoo hablando por teléfono viendo el cuerpo de Jin recostado en uno de los sillones.
—Diles que la traigan aquí, será mejor que esté con algún sedante, el omega necesita a su alfa, no podemos mantenerlos separados, ¿o sí? —rió viendo la figura de Jin que se encontraba desmayado—. Encárgate del puto, lo quiero aquí completo. Es hora de que mi omega regrese a donde pertenece —ordena con sorna.
Colgó aspirando el olor del omega —Embarazado, ¿qué mierda sucede con los omegas? Inútiles —escupió con asco.
Se acercó observando sus rasgos —Sí que eres atractivo omega, ya veremos si te concedo el quedarte a mi lado.
Salió dejando al omega para ir a recibir a la alfa. Una simple llamada para interceptar su atención diciendo que su omega estaba en peligro y cayó en la trampa.
✧✦✧
Yoongi conducía muy preocupado a su casa, pitaba maniobrando el volante, esquivando y acelerando cuando era necesario.
Intentaba mantener la mente fría —Él está bien —se convencía con palabras, aunque este amargo presentimiento lo estuviera acabando por dentro.
—Él estará sentado leyendo un libro o pintando algo, se levantará emocionado por mi llegada y me recibirá con esos abrazos que me encantan, ahí estará con esa mirada que me mata, con ese café que me da vida, con esa sonrisa que es especial y solo para mí —habló en susurros, sus lágrimas corrían por sus mejillas—. Él está bien.
Algunas calles cerca vio la enorme nube de humo, ambulancias y algunas otras patrullas, personas gritando, sus manos temblaron sobre el volante, salió lo más rápido que el cuerpo le permitió para correr a donde el fuego ardía.
Uno de los bomberos lo sujetó impidiendo que entrara —Ahí está mi omega, suéltame —le ordenó.
Más gritos, policías dando órdenes para evacuar a los heridos a causa de la explosión.
—Señor, debe guardar la calma.
—¿Qué no entienden? Hoseok, mi omega estaba en casa.
Otros llegaron para ayudar y contenerlo cuando iba a responder nuevamente que debía ir a rescatarlo.
El alfa perdió la fuerza y todo se hizo borroso a su alrededor cuando una camilla se atravesó con un cuerpo envuelto en un protector negro.
¿Han sentido esa sensación de que todo se detiene?, no se escucha nada de ruido, pues, tus oídos están tapados por algo inexistente, pero es pesado y solo tu corazón palpita lentamente recordándote que sí; tú aún sigues vivo.
—¡No! —gritó forcejeando con los bomberos, su alfa dolido luchó con todas sus fuerzas llorando con furia.
Algunos de sus compañeros se acercaron comentado entre todos el aviso de Jeon, la capitana Yongsun desapareció. Pero callaron cuando vieron al alfa llorar desconsoladamente en el suelo.
Uno de los policías llamó a Jungkook para informar lo sucedido, un cuerpo sin vida yacía cerca de ellos esperando ser retirado del lugar.
Jungkook cerró fuertemente los ojos y maldijo para sus adentros, pisó el acelerador.
—Malditos hijos de puta.
Su sangre hervía.
Su alfa rasguñaba su pecho, causándole daño por la fuerza con que luchaba por salir.
Era capaz de escuchar el latido fuerte de su corazón.
Parecía que todo se hacía más lento, estaba desesperado y gritó con el deseo tirar todo a su paso, no soportó más y bajó del auto estirando sus huesos para permitirle a su lobo tomar el control.
Al estar completamente transformado aulló tan fuerte que los vidrios de las ventanas de los autos en la carretera retumbaron.
Corrió tanto que parecía que en realidad estaba planeando sobre el asfalto.
Sus patas apenas y tocaban el suelo, su pelaje se movía al son del viento, lo único que tenía en mente era llegar y tener a salvo a Jimin y a su cachorro.
Cuando estuvo cerca de la casa vio el garaje cerrado y Jimin le dijo que Jin salió en búsqueda de su alfa, esto solo significaba problemas, cerró los ojos aspirando el aire a su alrededor para buscar un indicio, un rastro lejano ya conocido por él llegó a sus fosas, rugió saltando la puerta de entrada.
Caminó sigilosamente cuál depredador en busca de su presa, al llegar frente a una de las ventanas de la sala regresó a su forma humana.
Su cuerpo desnudo atravesó todo el pasillo principal, tomó unos pantalones de la lavandería que estaba cerca de la habitación, no había algún mínimo ruido, sentía de una forma extraña a Jimin.
—Jaesung... —dijo al sentir el miedo paralizante del pequeño.
Abrió la puerta entrando de una vez.
Una silueta de espaldas con el pequeño en manos
—Alto ahí, alfa —la voz de Kangdae se escuchó.
—Hijo de puta, deja a mi cachorro —Jungkook intentó acercarse.
Kangdae se dio vuelta, Jungkook se burló un poco al ver su rostro desfigurado.
Mostró al pequeño temblando de miedo con un arma apuntando en su estómago, en tanto limpiaba un poco de sangre en la comisura de sus labios.
—Es curioso, ¿no Jungkook? Venía por el omega y me encuentro con esto —señaló al pequeño—. Además, te doy puntos extra, Jeon, el maldito de Jimin se defendió, el muy idiota pega fuerte para ser un omega.
—Suéltalo Kangdae, qué acaso, ¿eres tan cobarde para escudarte detrás de un cachorro? —buscó con la mirada al omega.
—Papi, mami... —Jaesung lloró en los brazos del alfa señalando a Jimin tirado a un lado de la cama.
Jungkook se acercó a él, esa era la razón por el cual no le había sentido.
—Decisiones alfa, la vida está llena de decisiones, ¿quién es importante, el puto de Jimin o el bastardo?
Jungkook dirigió la mirada a donde Kangdae apuntaba, eso era una jeringa al costado de Jimin.
—Digamos que es un pequeño regalo de mi parte —se burló.
—Maldito... —Jungkook intentó atacarlo.
—No, ni te atrevas, ¿crees que me quedaría de brazos cruzados luego que de tu maldita culpa quedara de esta forma? —se tocó el rostro.
—Me importa un carajo tú y tu estúpida vida.
—Tienes el tiempo contado Jeon, o lo llevas a un hospital o muere en —vio su muñeca—, cinco minutos aproximadamente.
—Infeliz de mier... —Jungkook se abalanzó a él, pero Kangdae apuntó a una de sus piernas disparando.
—El celo no te da buena cordura, ¿no alfa?
—Deja a mi cachorro —demandó.
—Tic tac, tic tac, que mal alfa eres Jungkook, ¿prefieres algo que no es de tu sangre antes de salvar a tu zorra? —inquiere con sorna.
El alfa notó como el cuerpo de Jungkook se tornaba extraño —No intentes transformarte o serás culpable de dos muertes idiota.
Jungkook se contuvo soportando el dolor de la transformación, el celo y la furia no desatada.
—Te juro que voy a arrancarte los huesos y rogarás por piedad.
—Estaré esperándote alfa —dijo saliendo de la habitación apuntando la cabeza de Jaesung con el arma, el pequeño se retorcía gritando, llorando, llamándole con palabras desgargantes.
—Yo iré por ti cachorro, no te preocupes Jae —le gritó con el deseo de ir sobre él, pero sabía que Kangdae era despiadado y no dudaría en quitarle la vida a Jaesung, además Jimin tenía una sobre carga de alguna droga circulando en sus venas.
Se puso de pie rápidamente, le acarició la mejilla —Perdóname amor. Jimin despierta cariño. Vamos, que todos te necesitamos, aguanta un poco —lo tomó en sus brazos caminando con la pierna sangrando por la bala que Kangdae le dio, salió de casa viendo cómo la piel de Jimin se volvía pálida, caminó atravesando la sala dejando manchas por la sangre que le escurría de la pierna, fue al garaje y abrió viendo el auto de Jin.
Recargó a Jimin sobre su hombro y rompió la ventana, pues no tenían las llaves, lo recostó en la parte de atrás. Él subió buscando los cables de la parte de debajo del volante, cuando los encontró los chocó y arrancó saliendo rápido pero con cuidado de no dañar a su omega.
En un abrir y cerrar de ojos llegó al hospital entrando con el omega en manos, gritó por ayuda, unos enfermeros se acercaron con una camilla —Soy policía, lo encontré inconsciente y le inyectaron una fuerte dosis de heroína o GBH —dejó a Jimin recostado, uno de los doctores habló viendo el estado del paciente.
—No siento pulso, no respira —una doctora indica subiéndose sobre el omega presionando su pecho y dando respiración boca a boca.
Jungkook se aferró a la camilla tomando un brazo de Jimin —Vamos amor, tú eres fuerte, quédate junto a mí.
—Está a punto de entrar en coma, debemos llevarlo a urgencias.
—Iré con él —ordena furioso, se sentía impotente, falló como alfa, le hicieron daño a su omega y a su cachorro—, déjenme ir con él.
Una alfa se acercó tomándolo de los hombros —Vamos señor debemos curar esa herida, podrá ver a su omega cuando lo suture.
Daebin se acercaba corriendo por uno de los pasillos, se asombró de encontrar al alfa, así que fue hasta donde él estaba.
—Vamos Jungkook, debes controlarte o te inyectarán un tranquilizante, deja que ellos hagan su trabajo, te aseguro que está en buenas manos.
Jungkook se resignó cuando vio al personal acercarse con cuidado —Bien, necesito que me curen esto y tomar algo para el maldito celo.
Después de curar sus heridas, pidió prestado un teléfono para llamar a las oficinas e informó todo lo sucedido.
Aún no sabían nada de Yongsun, ni de Jin y Yoongi.
Intentó llamar a su amigo alfa, debía hablarle.
Daebin fue en busca de él después de un rato, el alfa estaba muy ansioso caminando de un lado a otro —Jungkook, tu omega está estable, no te preocupes, debes ir con él, te necesita.
Al llegar a la habitación lo vio recostado, aún estaba dormido, pero veía cómo su cuerpo daba pequeños espasmos.
—Jimin, perdóname omega, perdóname por favor, pero te prometo que moveré cada maldita piedra de todo este maldito lugar para encontrarlo.
Besó su mano, solo necesitaba verlo para seguir, no iba a quedarse todo el rato ahí sin hacer nada. Besó su frente y salió en busca de Daebin para pedirle que le llamara si llegara a pasar algo con Jimin.
Debía ir con Yoongi, ya tenía en mente trazado un plan de lo que haría, solo llamó a la comisaria para que prepararan un armamento y él daría las órdenes al llegar.
Al cabo de un rato Jimin despertaba escuchando ese peculiar sonido de hospital, al recordar lo sucedido se levantó sintiendo una gran punzada en su cabeza.
Llamó por ayuda y una enfermera se acercó asegurándole que llamaría a algún doctor.
Daebin atravesó la puerta un rato después, con Nayeon detrás de ella, con un pequeño ramo de flores.
—Jimin, por Saturno que susto nos has dado.
—Quítame todo esto, Daebin debo ir por mi cachorro —exige alterado
—No, debes quedarte, Jungkook dio órdenes estrictas para tu cuidado.
—Y yo quiero a mi cachorro, es la última vez que lo repito Daebin —Jimin habló acalorado o eran los efectos de la droga o en serio el omega dejaba salir su instinto.
—Espera un poco iré a consultar y llamaré a Jungkook. Nayeon ve que no haga algo que le vaya a perjudicar.
Cuando Daebin salió, la omega dejó un pequeño arreglo floral sobre la mesa que se encontraba junto a la cama de Jimin.
—Te han enviado eso Jimin, espero te recuperes pronto.
—Gracias, Nayeon —frunció el ceño—, es extraño, ¿quién?, es decir... ¿Quién sabe de esto?
La omega inspeccionó el ramo notando un pequeño papel sobre ellas.
—Mira, aquí hay algo —informa tendiéndole el pequeño cuadro de papel.
Jimin lo tomó y lo abrió, se quedó callado, después de leerlo lo arrugó, su cuerpo se tensó por lo que decía.
—¿Qué sucede Jimin?, ¿todo bien?
—Sí, es solo que no me siento bien, ¿podrías llamar a Daebin por favor? —puso sus manos sobre el estómago quejándose de dolor.
—Tranquilo, no te preocupes —se apresura a salir en busca de la omega.
Mientras eso pasaba, Jimin se levantó de la cama, quitó las agujas que conectaban la intravenosa, se puso sus pantalones y el sudadero que había sobre uno de los sillones.
Se cubrió y salió de la habitación dejando el papel hecho bolita sin darse cuenta.
Intentó controlar su alocada respiración para que Jungkook no lo sintiera, no se percató hasta en ese momento que su anillo no estaba puesto.
—Voy por ti, bebé —dijo con seguridad.
Caminó por el pasillo escondiéndose para que no pudieran verlo.
Esta descarga de adrenalina no la había experimentado, ahora no tendría nada que temer.
Por sus amigos, su alfa y su bebé, eran por quienes debía de hacer lo que tenía que hacer.
No permitiría nuevamente que le arrebataran la felicidad y el amor, con tal determinación pasó por las puertas del hospital. La nota era clara, si quería verlos de nuevo emplearían un intercambio, su vida y su libertad por el bienestar de todos los que ama.
Muy dentro de él sabía que en algún momento llegaría el día en que todos sus demonios regresarían invadiendo sus pensamientos.
Limpió las lágrimas cargadas de coraje, suspiró y fue con pasos decididos a su destino.
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